Realmente no hay nada más fácil que unos huevos rotos y a la vez son tan versátiles que no hacerlos de vez en cuando (por aquello de las calorías) es pecado!
Para mí lo más importante es que las patatas sean buenas de las de verdad y no "aguadas"; no menos importante es lo que le echamos a los huevos rotos- en mi caso y ésta vez un poco de jamón ibérico y chistorra.....uyyyy, que peligro.
Freir patatas, freir huevos, romper huevos, añadir algo rico, rico, rico....
Es una lástima que uno engorde con estas cosas tan ricas....