Vale, hago trampa- pero es que no tengo demasiado tiempo
para no hacerla.
El pollo al ajillo debería ser frito en su “totalidad”- pero
confieso: hago trampa.
Pongo las alitas y muslitos sobre la rejilla del horno y las
“horneo” hasta que “casi” están hechas.
Siguiente paso:
Sartén grande- aceite bien caliente (mas bien poca aceite), un tanto de ajo molido
(yo lo tengo ya en el tarro en aceite), alitas a freír, chorro de vino blanco y
listo.
Lo mas importante es tener el aceite bien caliente para que el vino además se evapore bien deprisa.
Pegajositas y muy, muy ricas.
Me ahorro una cantidad indecente de tiempo y posiblemente de
calorías.