
Poner en una cazuela las patatas que necesitamos.
Cubrir con agua y echar por encima un puñado de sal.
Cocer a fuego vivo hasta que estén cocidas.
Escurrir el agua y ponerle la tapa de nuevo.
Dejar reposar en la cazuela con la tapa durante 20 minutos. Sacurdir enérgicamente la cazuela cerrada de vez en cuando.